
Por Ángela Peco Psicología.
¿Has oído alguna vez a alguien decir que se siente “vacío por dentro”? Si es así, activa bien tus sentidos… realmente lo que está haciendo esa persona es pedirte ayuda.
La sensación de vacío por dentro indica falta de motivación, pérdida de ilusión, no tener interés en nada de lo que hace en su vida, incapacidad de sentir placer con nada de lo que tiene, hace o le rodea…
La vida se convierte en una rutina que apaga el interior de la persona. Nos volvemos seres autómatas, donde hacemos, pero no sentimos, nos enfocamos simplemente dejar que la vida pase, sin más. Nuestra chispa se va apagando.
Podemos intentar llenar ese vacío con parejas, con comida, con alcohol, con mil planes y salidas… Pero a pesar de eso, ese vacío se vuelve insoportable. Se vive como insoportable porque además no se comprende, tenemos todo, y no llegamos a saber qué es lo que necesitamos para llenarlo.
No quiero que pienses que por encontrarte así un día ya estás sufriendo un trastorno o es algo grave… ¡no!, ten en cuenta que las emociones son muy variables y nos confunden muchas veces.
Igual que no es normal estar siempre triste, tampoco lo es el estar siempre alegre y feliz. Lo que puede ser patológico es permanecer en la tristeza o el vacío mucho tiempo. Si es tu caso, sería importante que lo contaras a alguien que pueda ayudarte a buscar apoyo psicológico.
PISTAS DE LO QUE TE PUEDE ESTAR PASANDO
Como siempre os digo… cada situación o estado es vivido de forma diferente por las personas, dependiendo de su historia de vida y de las herramientas psicológicas que haya ido desarrollando.
Unas personas experimentan el vacío como una sensación de tristeza infinita y otras en cambio lo expresan con angustia, otros simplemente expresan que “no sienten nada”.
Lo que sí expresan en común son estos puntos:
- Sensación de cansancio, de no saber hacia dónde dirigir sus vidas. Viven sin una meta que cumplir.
- Viven con la sensación de estar separados de sí mismos sin saber que necesitan para estar mejor.
- Nada les hace sentirse bien. Nada les interesa. Con nada disfrutan.
- Sensación profunda de soledad, aunque pasen el día rodeados de personas. No logran establecer vínculos con nadie, por lo tanto, no se sienten comprendidos ni apoyados.
- No experimenta emociones, se trata de una especie de “anestesia emocional” que no permite sentir alegría, tristeza, enfado… Existe dificultad para identificar emociones, expresarlas, verbalizarlas y compartirlas.
PERO… ¿A RAÍZ DE QUÉ…?
Estas sensaciones pueden derivarse a raíz de…
Haber sufrido pérdida fuerte o vivir un suceso traumático.
Cuando vivimos un suceso traumático, no esperado, que nos ha impactado, una situación de pérdida o duelo… nuestros sentimientos parecen no aflorar, aunque necesitamos que lo hagan, es inútil, no aparecen, vivimos estas situaciones como si nos hubiésemos congelado.
Atravesamos esa situación de pérdida (trabajo, ser querido, amistad que acaba…) como si hubiese un vacío interno enorme, que no sabemos nombrar, sentir ni expresar… Nuestro cerebro entiende lo que ha pasado, pero “nos protege” del dolor de esa forma… retardando la emoción, dejándola para ir sacándola después.
Nuestro cerebro utiliza tres estrategias fundamentales de afrontamiento para defendernos de las agresiones externas: SUPRIME, NIEGA o EVITA. Esto lo hacemos de forma inconsciente, automática, fuera de la consciencia…
Careces de apoyo social
Aunque nuestro mundo cada vez fomenta más el individualismo, somos seres sociales, vivimos y nos desarrollamos en tribus, eso hizo que pudiésemos sobrevivir y evolucionar…
Cuando vivimos en aislamiento social, carecemos de vínculos significativos, no cubrimos nuestra necesidad de pertenencia, no recibimos apoyo cuando lo necesitamos, no podemos compartir experiencias… Estas son una de las principales causas del sentimiento de vacío del que estoy hablándote en este artículo.
Te estás replanteando tu vida, quien eres, donde vas…
A lo largo de nuestra vida, pasamos por momentos de “crisis personales”, sobre la adolescencia, sobre los 40 años, sobre los 65 años…
Son momentos en los que los seres humanos vivimos cambios en nuestras vidas, y eso nos lleva a plantearnos el sentido de lo vivido, el tiempo pasado si ha sido perdido o ganado… Nos planteamos el futuro, aparecen nuestros miedos, inseguridad…
Vives con demasiado estrés
Cuando en tu vida parece no haber tiempo, vives en continua multitarea, con la sensación de no parar y aun así no llegar a todo… nuestro cerebro puede protegernos con un mecanismo que se conoce como “disociación”, que se trata de una desconexión entre tu mente y la realidad que vives, es como si no estuvieras en el mundo que estás (¡tu mente está en otro lado!).
El problema de estos mecanismos de defensa de los que estoy hablándote en este artículo, no es que aparezcan de forma transitoria, el problema viene cuando los utilizamos tanto que se cronifican, entonces pueden convertirse en problema.
Trastorno de Estrés Post Traumático
Esa sensación de “vacío por dentro” es uno de los síntomas de un cuadro más complejo, el Trastorno de Estrés Post Traumático (TEPT).
Algunos trastornos de la personalidad
Finalmente, solo a modo de pincelada, explicarte que esta sensación de profundo vacío también puede explicarse dentro de algunos trastornos mentales:
- Depresión Mayor.
- Trastorno narcisista de la personalidad.
- Trastorno límite de la personalidad.
Si esa sensación de vacío aparece en tu vida de forma diaria afectando a las diferentes áreas de tu vida y ves que no desaparece a pesar de tus intentos, por favor, pide ayuda.
PISTAS PARA AFRONTARLO
Cada caso es un mundo, y su evolución depende de muchas variables… pero te dejo algunos puntos que pueden ayudarte:
- LÍNEA DE LA VIDA: Utiliza esta herramienta, consiste en crear una línea que simboliza tu vida, en ella ve poniendo los diferentes hitos que te han marcado, tanto para bien, como los que te han marcado para mal… cuando somos conscientes de todo esto y lo vemos reflejado podemos encontrar la explicación y la raíz a ese sentimiento de vacío o desconexión emocional que sientes.
- USA LA ESCRITURA TERAPÉUTICA: Uno de los objetivos es que reconectes con tus emociones, aunque duela, es lo que te va a sanar. Cuando escribimos sin pensar, lo que vaya surgiendo, en un papel blanco, sin líneas, y a un solo color, empezamos a liberar nuestra mente y nuestra emoción. Deja que aflore el dolor.
- NO FUERCES NADA. Cada persona lleva su ritmo en la expresión del dolor, sólo permítete sentir lo que sientes, sea lo que sea, sin juicios. No pongas pensamiento a la emoción, no pienses la emoción, eso la bloquea más aún.
- BUSCA PERSONAS. Acércate a la gente, comparte tu tiempo con más personas, comparte tus experiencias con ellas. Cuando vivimos acompañados, sí tenemos que hacer concesiones, puede que lo vivamos con incomodidad, pero vivir buscando la comodidad nos enferma, piénsalo…
- ¿QUÉ TE HACE SENTIR BIEN? Cuando una persona vive con depresión, una de las técnicas más utilizadas es la de la activación conductual, se invita a la persona a buscar actividades que la hagan sentir bien. Aquí la lucha es contigo mismo/a, intenta primero buscar esas actividades que te apetecería volver a realizar, prográmatelas en un horario semanal, cumple con ese horario, sin pensarlo, solo hazlo, poco a poco a medida que te esfuerces en hacerlo, irás notando como cada vez necesitas menos esfuerzo para activarte.
- BUSCA APOYO PROFESIONAL. A veces solos somos incapaces de levantar cabeza. Un psicólogo te puede ayudar a entender lo que te pasa y te puede proporcionar técnicas y pautas centradas en tu caso concreto.
“Es curioso que la vida, cuanto más vacía, más pesa.” León Daudí.
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